Hechado sobre su cama el sapo recordaba que un día a su casa una conejita llego.
-Y tu quien eres?- El sapo pregunto.
- Mi llama Coneja-Esta respondió
-Que haces acá?.. Largate... - le decía a la conejita mientras que la empujaba hacia la salida, ella se largo a llorar y el Sapo no supo que hacer, sólo la cogió en brazos y le dio un caramelo...Ahora la conejita no se quería ir...
Pasaron los días, la conejita se calaba y dormía junto al sapo, este no hacia nada ya estaba acostumbrado...
- Que comeremos hoy?- pregunto el sapo un día a la hora de comer.
-Naranja- respondió la pequeña.
Los tres, Mapache, Conejita y sapo, comían sentados en la mesa, - Me voy- Dijo el mapache, el sapo no dijo nada siguió con lo que estaba, en eso tocaron la puerta de la casa, el sapo abrió, era una coneja
-Que quieres?- pregunto el sapo
-Vengo a por mi hija- Respondió con una sonrisa de oreja a oreja la señora coneja, el sapo solo miro a la conejita con una gran sonrisa
- Vienen a por ti - la cogió en brazos- Es tu mami?.
La conejita miro a la señora- No lo se- respondió y antes de que el sapo explicase quien era la señora esta ya se había llevado a la conejita, el solo las miro irse... no podía hacer nada, era su madre.
-Se que están por algún lugar- dijo el sapo mientras buscaba las herramientas- ja ! acá están! - comenzó a tapear las ventanas y puertas así nadie entraba sin permiso, una vez acabo cogió su manta y se acurruco bajo a ella...
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